Preocupan a la CIDH las condiciones de los detenidos en cárceles y comisarías bonaerenses

En su visita al país, en junio de 2010, el Relator para las personas privadas de libertad, Rodrigo Escobar Gil, constató las graves condiciones en que se encuentran las personas privadas de libertad en las cárceles y comisarías de la provincia de Buenos Aires, constatadas por e en la visita que realizó al país en junio de 2010.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por “las dramáticas condiciones en que se encuentran las personas privadas de libertad” en las cárceles y comisarías de la provincia de Buenos Aires, constatadas por el Relator para las personas privadas de libertad, Rodrigo Escobar Gil, en la visita que realizó al país en junio de 2010. En aquella ocasión, Escobar Gil examinó distintas cárceles y comisarías de la provincia y exhortó al Estado a “asegurar condiciones mínimas de detención que sean compatibles con la dignidad humana”.

En la audiencia realizada esta tarde en la sede de la CIDH en Washington, representantes del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentaron imágenes y un diagnóstico extenso sobre las terribles condiciones de detención que sufren los presos bonaerenses. A su turno, el Subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales de la provincia César Albarracín, negó las denuncias formuladas por las organizaciones.

El contraste entre ambas visiones impactó a los comisionados presentes en la audiencia, quienes reclamaron al representante del gobierno bonaerense que reconociera si las imágenes presentadas correspondían a casos reales. Ante esta pregunta, Albarracín debió admitir la veracidad de esas denuncias. Escobar Gil preguntó también por las políticas públicas implementadas para mejorar “la dramática situación en que se encuentran las personas privadas de libertad” en la provincia e indagó sobre el cumplimiento de las recomendaciones efectuadas luego de su visita. Albarracín no respondió de manera clara. Tampoco pudo contestar las preguntas de los otros comisionados, que apuntaron a las investigaciones judiciales y administrativas por los casos de tortura y muerte de detenidos, y a las políticas específicas para personas LGBT privadas de libertad.

Resultó preocupante la ausencia del gobierno nacional, que debió haber estado representado por funcionarios de la cancillería. El Estado federal es responsable ante la Comisión Interamericana por las violaciones de derechos humanos que se producen en cualquier lugar del país. Su ausencia pone de manifiesto la imposibilidad de justificar la situación de los detenidos en las cárceles y comisarías provinciales y la falta de compromiso para garantizar que esta situación pueda revertirse.

En su presentación, cuyo resumen ejecutivo adjuntamos, el CELS y la CPM remarcaron que de acuerdo con los datos del Consejo de Defensores Públicos de la provincia el índice de sobrepoblación de las cárceles provinciales es del 92%. Es decir que el sistema estaría alojando a casi el doble de los detenidos que podría alojar, si se aplicaran los parámetros internacionales de plaza carcelaria. Las organizaciones afirmaron también que existe un patrón estructural de violaciones de derechos humanos en los lugares de detención, que se traduce en torturas extendidas, malos tratos y condiciones inhumanas de detención.

Por último, el CELS y la CPM pidieron una intervención activa de la Comisión Interamericana para garantizar la implementación de políticas públicas orientadas a seis objetivos fundamentales:

1. Establecer criterios oficiales acorde con el principio de trato digno para determinar el cupo penitenciario y sancionar una ley de control de la sobrepoblación.

2. Sancionar e implementar el Mecanismo Nacional de prevención de la tortura y el Mecanismo provincial.

3. Desarrollar una política de producción y acceso a la información sobre la situación de las personas privadas de libertad en la provincia y eliminar los obstáculos que hoy existen para contar con información pública.

4. Implementar políticas de prevención y sanción de la tortura, los malos tratos y la violencia intramuros y un programa efectivo de protección de víctimas y testigos de tortura.

5. Establecer un sistema de salud penitenciaria que reduzca las muertes por enfermedades evitables y asegure un trato digno a los detenidos e incorporar ese Área al Ministerio de Salud provincial.

6. Impulsar una reforma estructural del Sistema Penitenciario Bonaerense.

A lo largo de los últimos 10 años la CIDH ha monitoreado de manera permanente la situación de las personas privadas de su libertad en Argentina, por considerar que éste es uno de los principales grupos sobre los que se focalizan las violaciones de derechos humanos en el país.

En la audiencia de hoy estuvieron presentes los comisionados José de Jesús Orozco Henríquez, Luz Patricia Mejía, María Silvia Guillén y Rodrigo Escobar Gil. El CELS estuvo representado por su director ejecutivo Gastón Chillier y su directora ejecutiva adjunta Andrea Pochak. Susana Méndez y Roberto Cipriano García participaron por la Comisión Provincial por la Memoria.