Sobre la detención de César Milani

La detención es una satisfacción para las víctimas y la sociedad. Las causas judiciales en las que se investiga a Milani por delitos de lesa humanidad se han distinguido por sus demoras. Esta decisión se debió haber adoptado hace tiempo.

Hoy, finalmente, el juez Daniel Herrera Piedrabuena detuvo a César Milani por su participación en los delitos de lesa humanidad de los que fueron víctimas Pedro y Ramón Olivera y Verónica Ligia Matta, en La Rioja entre 1976 y 1977. Se trata de una satisfacción debida a las víctimas y a la sociedad que se haya decidido su detención preventiva. Al mismo tiempo, es imprescindible señalar que esto recién ocurre cuando Milani ha dejado el servicio activo y la jefatura del Estado Mayor y cuando ha concluido su mandato el gobierno que lo designó en ese cargo, lo cual no realza la necesaria imagen de independencia del poder y seriedad de la justicia.

En 2013, el CELS impugnó el ascenso de Milani a teniente general. Entre los hechos que indicaban que Milani no era idóneo para ocupar ese cargo se encontraba la denuncia de la familia Olivera y la desaparición del soldado Alberto Ledo en Tucumán.

Todas las causas judiciales en las que se investiga la responsabilidad de Milani en delitos de lesa humanidad se han caracterizado por múltiples demoras y postergaciones, incluida esta en la que hoy se ordenó su detención. Es importante que las investigaciones de los crímenes del terrorismo de Estado avancen con celeridad para garantizar verdad y justicia a las víctimas y a toda la sociedad.