¿Cómo conciliar las políticas de drogas con los objetivos de desarrollo sostenible?

La construcción de nuevos indicadores puede colaborar para alcanzar la agenda de desarrollo sostenible. La situación de las mujeres encarceladas por delitos relacionados con las drogas es especialmente preocupante.

A un año de la realización de la cumbre UNGASS sobre drogas, los estados miembros de Naciones Unidas se preparan para el próximo hito de las políticas internacionales de drogas, la Reunión Ministerial de Alto Nivel en 2019. Al mismo tiempo, los estados llevan ya un año de desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un conjunto de metas globales para reducir la pobreza, proteger el planeta y promover la prosperidad para 2030. Dado el reconocimiento de que los impactos del régimen internacional de control de drogas se relacionan intrínsecamente con varios de los ODS, el gobierno de Suiza, Health Poverty Action (HPA), el Consorcio Internacional de Políticas de Drogas, el Centro De Estudios Legales y Sociales (CELS), el Social Science Research Council (SSCR), el Observatorio Global de Políticas de Drogas (GDPO) y el International Centre for Science in Drug Policy (ICSDP) protagonizaron juntos un evento en la Sesión 60 de la Comisión de Estupefacientes (CND) para explorar cómo nuevos indicadores de políticas de drogas pueden colaborar para alcanzar de manera más efectiva la agenda de desarrollo sostenible.

Natasha Horsfield, encargada de política e incidencia de HPA, enumeró las principales formas en que las drogas y las políticas de drogas interactúan con varios de los ODS, y sugirió que, en la preparación de 2019, se deberían priorizar las mediciones que nos muestran cómo las políticas de drogas contribuyen, o no, con los ODS. Hablando de objetivo 1 sobre pobreza, el objetivo 2 sobre seguridad alimentaria y el objetivo 5 de equidad de género, Horsfield explicó que la marginalización y la inequidad son elementos importantes en los mercados de drogas y que la pobreza y la inseguridad alimentaria son factores que con frecuencia explican el ingreso de las personas en los mercados ilegales de drogas, y en particular de las mujeres actuando como correos de drogas debido a su situación de vulnerabilidad social y económica.

La inequidad de género se refleja en el desproporcionado y alarmante aumento de las mujeres presas por delitos menores de drogas. Debido a estas y otras intersecciones entre los ODS y las políticas de drogas, el marco de indicadores claros y medibles, acordados internacionalmente e incluidos en la agenda de desarrollo sustentable, podrían ser adaptados para medir los resultados de las políticas de drogas. Por ejemplo, nuevos indicadores podrían ser adoptados a nivel nacional bajo el objetivo 5 para medir el involucramiento de mujeres y niñas en los mercados de drogas ilícitas, o de las encarceladas por delitos de drogas.

Horsfield también destacó que la Reunión Ministerial de Alto Nivel en 2019 es el momento oportuno para alinear el cronograma de  trabajo de la política de drogas con las fechas de implementación de los ODS.

Siguiendo con las reflexiones de Horsfied, Luciana Pol, investigadora senior del CELS en políticas de seguridad y derechos humanos, señaló los desarrollos que podrían hacerse en indicadores de políticas de drogas para apoyar el logro del ODS 5 de equidad de género. Pol recordó que la Relatora de ONU sobre violencia contra las mujeres ha identificado a las políticas anti-drogas como el motivo principal que explica el aumento de las mujeres encarceladas globalmente. Y la información disponible muestra que una parte de las mujeres presas por delitos de drogas fueron coaxionadas para ingresar en el tráfico de diferentes maneras, debido a la ausencia de oportunidades económicas viables para ellas. Pol describió formas concretas de mejorar la calidad de los datos sobre el impacto de las políticas de drogas en las mujeres. Primero, los datos penitenciarios deben tener una perspectiva de género incluyendo, por ejemplo, información sobre la cantidad de embarazadas, de niños encarcelados con sus madres, y el acceso a la salud para esos grupos. Segundo, dado que las leyes en muchos países no distinguen entre los diferentes tipos de delitos de drogas, los delitos de micro-tráfico son categorizados junto con el narcotráfico a gran escala. Diferenciar el tipo de conducta que motiva el encarcelamiento y describir los roles que las mujeres cumplen en la cadena de tráfico nos ayudará a mejorar nuestro entendimiento de estas poblaciones penales. Pol recordó a la audiencia que mejorar nuestro entendimiento de los impactos de las políticas de drogas en las mujeres es no sólo esencial  para el logro del ODS 5, sino también un componente esencial de la resolución 59/5 de la CND en 2016. Pol alentó a los estados a dar estos pasos para alcanzar una verdadera perspectiva de género en la producción y recolección de datos relevantes sobre drogas y políticas de drogas, y urgió a las agencias de ONU a guiar a los estados en este proceso de ampliación y complejización de los indicadores de drogas.

Christian Schneider, analista estratégico de la Policía Federal en Berna, Suiza, es uno de los contribuidores a los indicadores de seguridad del Informe Mundial sobre las Drogas de ONU. Durante el evento, Schneider compartió su conocimiento de primera mano acerca de cómo la naturaleza incompleta de los datos sobre mercados de drogas impide realizar recomendaciones significativas sobre políticas de drogas. Además de trasmitir estas incertidumbres, Schneider propuso que los vacíos de información podrían llenarse con un set de indicadores más abarcativo.

Dave Bewley-Taylor, director del Observatorio Global de Políticas de Drogas, expuso cómo la revisión del Reporte de Cuestionarios Anuales podría ayudar al logro de los ODS, al alinear las mediciones de políticas de drogas con la agenda de desarrollo sostenible. Según el profesor Bewley-Taylor, los Reportes de Cuestionarios Anuales, pese a las limitaciones que presenta una auto-evaluación, son un mecanismo útil mediante el cual los estados informan de sus esfuerzos en políticas de drogas. Pero a medida que el problema mundial de las drogas ha evolucionado, se han incrementado los vacíos de información en la recolección de datos para los cuestionarios anuales.  
Este problema ha quedado claramente expuesto en el Documento de Resultados de UNGASS, cuando se incluye la recomendación operativa de usar indicadores relevantes  de desarrollo humano provenientes de los ODS para aumentar  nuestro entendimiento y mejorar las evaluaciones de impactos. En este contexto el profesor Bewley-Taylor remarcó que hay una clara necesidad de revisar la estructura y las preguntas de los Cuestionarios Anuales de la ONUDD, para alinearlos con los ODS al incorporar indicadores de derechos humanos, salud pública y seguridad humana. Esa revisión podría ser llevada a cabo por un grupo de expertos establecido por la Comisión de Estadísticas, que ya está considerando este tipo de cuestiones.

Las discusiones sobre indicadores de políticas de drogas y su relación con la agenda de desarrollo sustentable es, sin dudas, de mayor importancia en la Comisión de Narcóticos y en otros espacios, como el próximo Foro de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, que se llevará a cabo en julio de 2017. Pero aún se requiere mucha más discusión, y como dijo Natasha Horsfield, superar esta coyuntura crítica requerirá voluntad política de los estados, más allá de la vocalización de su compromiso con los ODS. Se requerirá, en ultima instancia, desincentivar las políticas de control de drogas que socavan el desarrollo, y reafirmar aquellas que ayuden al logro de los ODS. Alinear los indicadores de políticas de drogas con los ODS es un paso importante en este camino.

Click acá para visitar el reporte en vivo sobre este evento en el Blog de la CND.

Escrito por: Nazlee Maghsoudi, Gerente de Traducción de Conocimientos en el  International Centre for Science in Drug Policy (ICSDP)