Herramientas que ya no funcionan

Columna publicada en la edición de mayo de Posdata, el boletín del CELS.

 

¿Qué estrategias nos damos para repensar la forma en que desarrollamos nuestro activismo y ampliar el espacio de la discusión pública mientras se despliegan nuevas formas de autoritarismo y violaciones masivas de los derechos humanos?

Compartimos esta semana con compañeras y compañeros de organizaciones que trabajan en 17 países de los cinco continentes, con quienes integramos la red INCLO. Por segunda vez el encuentro anual se hizo en Buenos Aires; la primera fue en 2012, en un contexto nacional, regional y mundial muy distinto.

En una parte importante de esos países, han triunfado propuestas políticas que atacan el paradigma de los derechos y lo transforman en un enemigo a destruir. El desplazamiento de las instituciones estatales hacia posiciones ultraconservadoras, y en muchos casos extremadamente violentas y antidemocráticas, nos para frente al peligro, la incertidumbre y la precariedad.

Las organizaciones y sus referentes son perseguidos: acusaciones de terrorismo, campañas de difamación, criminalización, restricciones para recibir fondos y el desfinanciamiento son amenazas que se reiteran, en el contexto de la crisis profunda de los mecanismos internacionales de protección de derechos. Este panorama muy complejo nos impone repensar enfoques, capacidades y prácticas.

¿Cómo ampliar nuestra capacidad de construir consensos renovados en torno al imperativo de defender la dignidad de todas las vidas? Son tiempos difíciles que solo podemos enfrentar con compromiso y disposición a la conversación.


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