Prisión perpetua para los dos ex policías que asesinaron a Jorge Gutiérrez

Después de 28 años, fueron condenados el ex agente de la Policía Federal, Alejandro Santillán y Francisco Mostajo, de la Bonaerense. A Gutiérrez lo mataron de un tiro en la nuca mientras investigaba un caso vinculado a la “Aduana paralela”. El crimen fue encubierto por esas dos fuerzas, y los testigos fueron amenazados y agredidos, lo que llevó a que un primer juicio terminara en impunidad. La familia, con la representación del CELS, había llevado el caso a la Corte IDH, que le ordenó al Estado argentino la reapertura del proceso.

La Cámara de Apelaciones y Garantías de la Plata condenó a prisión perpetua a un ex policía de la Federal y a otro de la Bonaerense por el crimen del subcomisario Jorge Gutiérrez, asesinado en 1994 de un tiro en la nuca en un vagón del tren Roca. Los jueces de la Sala A de la Cámara dispusieron la detención inmediata de Alejandro Santillán y Francisco Mostajo y entendieron que el primero fue el autor material del homicidio mientras que al segundo lo señalaron como partícipe necesario. Este fallo hizo justicia luego de 28 años en los que los familiares vieron cómo uno de los responsables fue absuelto y el otro, sobreseído. Acompañados por el CELS, el caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ordenó reabrir el proceso para sancionar a los responsables materiales e intelectuales del asesinato.  

El subcomisario Jorge Omar Gutiérrez fue asesinado el 29 de agosto de 1994, cuando viajaba hacia Quilmes en un tren del ramal Constitución-La Plata. En ese momento investigaba lo que sucedía en depósitos de mercaderías vinculados al caso de la “Aduana paralela”, un resonante escándalo de corrupción durante el gobierno de Carlos Menem. 

El crimen del subcomisario Gutiérrez, hermano del ex intendente de Quilmes y ex dirigente de la UOM Franciso “Barba” Gutiérrez, fue encubierto por la Policía Federal en colaboración con la Bonaerense, encargada de la investigación, y luego la causa tuvo un cuestionado recorrido en el poder judicial provincial. 

Durante la instrucción del caso testigues fueron torturades y otros amenazades. Las líneas de investigación que apuntaban a los policías nunca fueron profundizadas. El primer investigador policial del caso, el comisario Jorge Piazza, murió asesinado en un confuso episodio calificado como homicidio en ocasión de robo, días antes de la fecha en que debía declarar ante la Comisión Investigadora de Ilícitos de Aduana de la Cámara de Diputados.

Dos años después del asesinato,Santillán fue rápidamente absuelto, mientras que el poder judicial tardó una década en iniciar una causa penal contra Mostajo, que estuvo prófugo durante gran parte del proceso. Los avances que se lograron en la investigación fueron gracias a la perseverancia de la familia de Gutiérrez. 

En 1998, en representación de les familiares, desde el CELS llevamos el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Después de un largo litigio, el caso pasó a estar en manos de la Corte IDH que, en noviembre de 2013, emitió su sentencia y declaró a Argentina responsable por el derecho a la vida, a la integridad personal y a las garantías judiciales y protección judicial a favor de Gutiérrez y su familia. En el fallo, dictaminó que había suficiente prueba para “concluir la participación de agentes estatales en la ejecución del subcomisario, así como en la obstrucción de la investigación”. Así fue que se realizó un nuevo juicio que concluyó ayer en La Plata con esas dos condenas, que comenzaron a reparar algo del dolor de familiares y amigues.