Apenas un par de días después del triunfo de Javier Milei en el balotaje, el empresario y militante de La Libertad Avanza, Marco Chediek, publicó en sus redes un video amenazante contra los dirigentes políticos y sociales que, según él declaraba, iban a protestar en las calles contra el entonces presidente electo. Entre los apuntados estuvieron Juan Grabois, Roberto Baradel, Hugo Moyano y Emilio Pérsico. A muchos de ellos les advertía que podrían sufrir agresiones físicas por parte de sectores libertarios. Luego de que se hicieran públicas sus intimidaciones, la UTEP junto con el CELS lo denunciaron la justicia federal. Desde entonces, primero un juez, y luego la Cámara, decidieron que Chediek debía ser procesado por sus acciones.
La investigación de la causa se inició en enero en el juzgado de Daniel Rafecas. En su resolución, Rafecas sostuvo que Chediek había cometido el delito de “amenazas” e “incitación a la violencia colectiva” y lo que había hecho “excedía ampliamente lo que es la libertad de expresión”. También entendió que Chediek que buscó generar “temor en las personas señaladas, y de esta manera, el caso se encaminaría a un juicio oral.
En distintos momentos de su video en Tik Tok, Chediek se refirió en especial al dirigente de al UTEP y Patria Grande: “Ustedes buscan, ustedes encuentran. Así que vos Grabois, como sos el primero que saltó a hacer quilombo, te aviso que sos responsable por lo que le pueda pasar a tu gente. Sos vos el responsable. A vos en la 9 de Julio te tenemos regalado. No vas a poder pararlo, ni la policía va a poder pararlo. ¿Cuántos policías pueden ser, diez mil, cinco mil? No van a poder parar a la gente que va a ir a la 9 de Julio”, dijo Chediek y luego agregó: “¿Querés tomarlo como una amenaza? Tomalo. No jodas con los milicos, te lo dijimos, te lo vengo diciendo en varios videos, no jodas con los milicos, no tenemos nada que perder”.
La defensa del libertario apeló el procesamiento ante la Cámara Criminal y Correccional Federal. Esa presentación la hizo su abogado Guillermo Fanego, conocido en el ámbito de los juicios de lesa humanidad por representar a genocidas.
“Este proceso es muy importante porque le marca un límite legal a la violencia que todos los días se reproduce en las redes sociales, en particular, hacia personas expuestas públicamente, del ámbito de la política o que expresan sus ideas políticas en redes. También permite fijar estándares de lo que es admisible y de lo que es inadmisible, en términos del uso de las redes sociales”, explica Agustina Lloret, del equipo de litigio del CELS.
Esta semana la Cámara confirmó el procesamiento dictado por Rafecas. Esta decisión refuerza los límites a este modo de intimidar, que hasta el momento tuvo poca reacción judicial y que las víctimas de esos ataques no denuncian porque creen que no se puede hacer nada para ponerle freno.