Semana del hábitat en la Argentina

La desigualdad y la exclusión, la falta de acceso a la tierra y a la vivienda son el resultado de políticas públicas. El déficit habitacional argentino tiene características que pueden abordarse desde un paradigma de derechos humanos.

En la Argentina hay un déficit habitacional con características particulares: tiene viviendas de calidad inadecuada, hay falta de acceso a los servicios básicos e informalidad en la tenencia. Cada vez más familias acceden a la vivienda a través del alquiler: en las grandes ciudades esa proporción oscila entre el 25 y el 30%. Al mismo tiempo casi el 30% de los hogares del país no cuenta con cloacas, el 29% no accede a la red de gas y el 7% de las viviendas está localizada a menos de 300 metros de un basural.

Con el día mundial del hábitat como referencia y la semana dedicada a recorrer estos problemas en la Argentina, se realizaron distintas actividades y campañas para analizar las políticas públicas vigentes, las anunciadas por los y las candidatas en campaña para ocupar un lugar en el Congreso, y las políticas propuestas por Habitar Argentina, el colectivo multisectorial que integramos.

La política del Estado se enfocó casi con exclusividad en construir viviendas sociales, mejorar las que ya existen y edificar nueva infraestructura urbana. Si bien son todas acciones necesarias, no son suficientes para intervenir en las dinámicas especulativas del mercado, que trazan la línea entre quiénes pueden y quiénes no acceder a una vivienda adecuada.

Al mismo tiempo, los hogares que recurrieron a estrategias alternativas de acceso a la tierra y a la vivienda, como la ocupación de terrenos sin uso, conviven con altos niveles de incertidumbre respecto de su situación habitacional, expuestos a diferentes demandas judiciales por parte de particulares, empresas u órganos estatales, muchas veces acompañadas por prácticas violentas de intimidación.

Más datos oficiales: el 12,4% de las viviendas no tiene la suficiente calidad constructiva, el 11,7% de las viviendas se asienta en zonas inundables y el 1,2%, en villas de emergencia.

El escenario actual, marcado por la desigualdad y la exclusión urbana, también es el resultado de opciones de gestión. Por eso reclamamos políticas que garanticen el acceso a un hábitat digno. Esto incluye el acceso universal a la tierra, la vivienda, las infraestructuras básicas, los equipamientos sociales, los servicios y los espacios de trabajo y producción, acordes a las realidades urbanas y rurales.

Desde el colectivo multisectorial Habitar Argentina impulsamos el Consenso Nacional para un Hábitat digno, que ofrece diez propuestas de políticas públicas para transformar las dinámicas que reproducen la precariedad habitacional.